Ice Cubes Cultural Tourist Center
Deconstrucción y Arquitectura
“¿Un edificio o una escultura fuera de escala? Un volumen puro y monumental que se eleva como una masa de hielo habitada que parece emitir toda la luz que recibe. Los opuestos lo definen”.
La “masa de hielo” está hecha de vidrio y acero impresos. Los paneles de vidrio de las fachadas están suspendidos por cables de acero inoxidable y conexiones de acero mínimas.
El Centro de Turismo Cultural Xinxiang es el ícono arquitectónico del nuevo distrito turístico, que estará dedicado a los deportes de invierno, incluida la presencia de la futura pista de esquí cubierta. La ambición del proyecto es crear un indicador urbano fuerte que una a todo el distrito.
Sencillez / Complejidad.
Nueve cubitos de hielo superpuestos y desplazados entre sí, que representan el tema general del distrito de ocio. Esta apariencia simple se vuelve sutil y compleja a medida que uno se acerca. La textura de las fachadas de vidrio está compuesta por una multitud de cristales de hielo translúcidos
enredados que filtran la luz y la visión del interior, provocan misterio y ganas de acercarse. Los cristales de hielo capturan la luz y la devuelven.
Instante / Eternidad.
Las fachadas capturan la luz del cielo, que varía según la hora del día, la estación y el clima.
A veces de un blanco brillante, bajo el sol; el edificio se vaporiza con el tiempo nublado, helado incluso bajo ciertas luces, refleja el sol y las nubes que se hacen visibles en la textura de la escarcha.
El edificio cambia continuamente de apariencia con el tiempo.
Por la noche, las fachadas están completamente iluminadas e irradian un brillo uniforme que llama la atención de manera irresistible. En la parte superior, el Sky Lounge permite observar el paisaje en 360°.
Cinético / Estático.
Un conjunto de cubos superpuestos, de 17 mts. de altura cada uno, nunca se percibe de la misma forma, dependiendo de dónde se encuentre el visitante.
Desde el oeste, el cubo superior se desplaza hacia un lado, en voladizo 34 metros sobre el suelo para marcar el final de la perspectiva. Desde el sur, la composición es más equilibrada, para afrontar la tranquilidad del lago.
Desde el norte, los cubos se acercan para formar una brecha vertical de 34 metros que invita al visitante a ingresar al interior. El cubo superior es de cristal transparente y alberga un lugar de contemplación y relajación, suspendido en el cielo.
"La continuidad de la presencia del agua y el lago, sobre el que parece flotar el edificio. Una obra metafórica de cubitos de hielo transformados en estado líquido crea un ambiente agradable y sereno."
Un conjunto de cubos superpuestos, de 17 metros de altura cada uno, nunca se percibe de la misma forma, dependiendo de dónde se encuentre el visitante.
