5 preguntas sobre fachadas ventiladas

Cada vez más, los profesionales del diseño y construcción arquitectónica apelan a nuevos sistemas capaces de lograr un mejor rendimiento térmico y el consecuente ahorro de energía.

Imagen, cortesía de @cid.ar

1. ¿Qué es una Fachada Ventilada?

Se trata de un sistema constructivo el cual obtiene óptimas ventajas en términos de aislamiento térmico y acústico.

Dicho sistema encuentra en los profesionales del diseño, arquitectos y constructores, una gran aceptación por sus posibilidades estéticas y economía de recursos.

2. ¿Cómo se compone una Fachada Ventilada?

El sistema de Fachada Ventilada consta de:

  • Un muro soporte, es decir, el muro que conforma originalmente la envolvente de lo que se denomina “la caja arquitectónica”;
    Un aislante térmico, una cámara de aire; y finalmente,
    Un revestimiento vinculado al muro del edificio mediante una estructura de anclaje.

3 ¿Cómo funciona una Fachada Ventilada?

El funcionamiento del sistema se basa en alojar dentro de la cámara ventilada una “masa de aire en movimiento” denominando a ese efecto “corriente convectiva”. Dicha corriente es provocada por una masa de aire frío exterior, la cual, al ingresar al interior de la cámara, expulsa al aire caliente emplazado allí. Ese verdadero “efecto chimenea” activa una ventilación natural, manteniendo al muro y sus materiales aislantes propios secos, alcanzando un importante ahorro en el consumo energético y la aislación acústica.

En síntesis, la cámara de aire cuenta con una apertura en la parte superior y otra en la parte inferior, permitiendo la circulación constante de aire que anula el “puente térmico” entre la temperatura exterior y la interior.

4 ¿Cuáles son las ventajas de aplicar en mi edificio una Fachada Ventilada?

El sistema de Fachada Ventilada es considerado por los profesionales del diseño arquitectónico de todo el mundo, como uno de los más eficientes para resolver el aislamiento del edificio.

Elimina los puentes térmicos, los problemas de condensación superficial (cuando una fachada en invierno “chorrea” agua!) y el aislamiento acústico. Vale destacar que, para lograr una mayor eficiencia del sistema, la cámara de aire deberá tener un espesor mínimo de 2 cm. De esa forma, se garantiza la convección natural (el “efecto chimenea”).

Compartimos la experiencia de Diego Silberberg, fundador y director de CID, Compañía de Inversión y Desarrollo que desarrolla, estructura y opera proyectos de real estate en CABA.

5 ¿Puedo aplicar un sistema de Fachada Ventilada en un muro existente?

¡Por supuesto! Debemos considerar que una fachada incorrectamente aislada supone una importante pérdida energética. Al instalar una Fachada Ventilada creamos una cámara de aire la cual provoca una convección natural, logrando que en verano el aire caliente “suba” y que la cámara de aire se renueve de aire más frío.

En invierno, el aire no se calienta lo suficiente como para ascender, por lo tanto, dicho aire de la cámara no se renueva, manteniendo la capa aislante propia del muro de soporte el calor proveniente del interior.

El resultado: Anulamos el sobrecalentamiento del muro en los meses más cálidos y acumulamos el calor interior en los meses más fríos, vale decir, rompimos el “puente térmico”, responsable de la migración de temperatura de confort.

La cámara también brinda una reducción en la cantidad de decibeles de ruido aéreo que intenta ingresar al interior de nuestros ambientes.

Imgen, cortesía de @cid.ar / Proyecto Adamo-Faiden

Finalmente, apuntamos que el mantenimiento de un sistema de Fachada Ventilada es casi nulo, especialmente, si optamos por productos capaces de resistir las inclemencias de los agentes externos.

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